Si las leyes y costumbres que nos dan orden y control en la sociedad dejaran de tener valor, existiría un mundo violento.
Si no existieran personas dispuestas a dar todo para preservar el orden y enfrentar a la maldad, la violencia reinaría.
Cuando todo acto civilizado para poder defender una posición, una idea, el amor o la libertad, es ignorado, la violencia aparece.
Cuando todos los animales requieren de alimento, la violencia es necesaria.
La violencia es lo que se encuentra al otro extremo de la sociedad civilizada, esta se encuentra naturalmente en nuestro ser.
Y como dice Francis Bacon.
«Para que la luz brille intensamente, se requiere una profunda oscuridad» Lo que implica que para conocer nuestro máximo potencial, necesitamos conocer nuestro lado «oscuro».
El psicólogo de moda Jordan B. Peterson, describe la importancia del poder ser violento para tener virtud, pero saber reprimir dicha violencia es crucial para tener valor como persona. Esa violencia conciente brinda una barrera social para todo aquel malintencionado, dándole seguridad y protección a los tuyos. Un hombre sin la capacidad de ser violento, es un hombre vulnerable, y por lo mismo no podrá vivir seguro ni mucho menos ofrecer protección.
Las artes marciales nos enseñan precisamente a ser capaces de ser violentos cuando se requiere, ya que las técnicas sin la intención y frenesí adecuado, no funcionan contra un ser acostumbrado a enfrentar la violencia.
Hasta las personas más pacificas y miedosas, se muestran violentas varias veces en la vida, y aquellos que la reprimen, no solo los sumisos, pronto descubrirán problemas de salud y emocionales. Es importante saber administrar la violencia con prácticas que forjen el carácter.
El carácter amable, un temperamento estable y un potencial violento pero bajo control, suele ser respetado por todos, funcionando como imán.
La clave esta en conocer la violencia, vivirla, experimentarla y solo así, podrá administrarla.
Este «árbol de la violencia» muestra todo el proceso de la violencia en nuestra sociedad, y es de destacar, que existen varias clases de violencia; la violencia cultural, estructural, pasivo-agresiva, psicológica, física y pasiva (ignorar). Identificarlas y conocerlas es el primer paso para evitar ser violentado.
Iniciando con las raíces, observamos los potenciadores probables de la violencia en cada uno de nosotros, después, en el tronco, nos damos cuenta que muchos miedos y dudas se «estabilizan» y nuestro entorno determina en gran medida el grado de violencia que podemos adoptar, en la copa, aprendemos diferentes formas de ejercer o experimentar violencia, e incluso formas de enfrentarla. En las hojas, aprendemos más acerca del papel de la violencia en la historia humana, su relevancia, importancia e incluso, su lado amable e inspiracional, en los frutos reconocemos lo que la violencia nos a impulsado a crear o temas en los que esta íntimamente relacionada, terminando con el bosque de la violencia, que representa las diferentes formas en que la violencia puede abrirse paso en la humanidad si esta no se estudia, enfrenta y controla.
Recuerda
Aquello a lo que le temes, es lo que más requieres, lo que te hace experimentar el miedo, no te permite vivir con plena libertad. Pero entre más sepas sobre algún tema, el miedo se esfumará