Por Agatsu Aikido Dojo
Tokio-Japón-1985. Shoji Nishio sensei fue uno de los maestros más importantes y relevantes en la historia del Aikido, alcanzando el rango de 8º dan. Reconocido como un completo budoka (artista marcial), también fue entrenado en judo (6º Dan, Kodokan), karate-do (5º Dan, Shindō jinen-ryū), iaido (7º Dan, Nihon Zendoku Iaido) y también Shintō Musō- ryū jōjutsu (bastón) y Hōzōin-ryū sōjutsu (lanza). Ocupó el título de Shihan Aikikai y también creó una nueva escuela de Iaido con formas de Aikido llamada Aiki Toho Iaido o Nishio-ryu Iai. En 2003, Nishio-sensei recibió el Premio Budo Kyoryusho de la Federación Japonesa de Budo por su contribución de por vida al desarrollo y difusión del Aikido en todo el mundo. Nishio-sensei falleció en marzo de 2005 a la edad de 77 años.
“(…) aquellas personas que quieran conocer el rigor de las artes marciales reales deberían detenerse en este punto y mirar las cosas con frescura (las artes marciales frente al oponente) y ser severos consigo mismos. “Ser estricto contigo mismo” en artes marciales es poder, en cualquier momento, vencer y destruir al oponente que tienes enfrente y no hacerlo. Es asegurarse de no destruir al oponente, sino en gran medida salvar su vida. Además, para fomentar la capacidad de hacer esto posible, debes practicar continuamente con esta mentalidad y sin falta de estricta devoción durante un largo período de tiempo.
En Aikido, la técnica es una manifestación del ki y se puede decir que es una herramienta de reflexión. KI es la fuente de la vida y eso significa la fuente de la creación para todos los seres vivos. No podemos permitir que las técnicas generadas a partir del ki, la fuente de la vida, dañen a otras personas. En Aikido, es posible, con el principio de irimi istoku, destruir instantáneamente al oponente. Pero las personas que conocen la locura de la destrucción y el valor de la vida no deben destruir a un oponente. Las técnicas de Aikido son tales que el oponente al que te enfrentas tiene un lugar, una oportunidad, para el examen de conciencia. Hay uno, dos o tres momentos en cada técnica en los que puedes destruir a tu oponente. Cada uno de esos momentos es el momento de la introspección. En el proceso de ejecución de una sola técnica de Aikido, por simple que sea, se encuentra la esencia de cada arte marcial. Esto es exclusivo del Aikido. Hablando con propiedad, esto va en contra de la lógica de la mayoría de las personas que siguen chocando, chocando y peleando entre sí, como de costumbre, justo en el momento del contacto. De hecho, con tu técnica de Aikido, este es el momento exacto en el que puedes controlar a tu oponente”. -Shoji Nishio Shihan