“El hombre que peleaba con toros”
Continúa…
El haber matado a un hombre con sus propias manos fue un duro golpe para Oayama quien en ese momento decidió dar un cambio a su vida y regresó a entrenar Karate, estas vez en el sistema Goju Ryu bajo la guía del Sensei So Nei Cho.
Después de entrar por un tiempo y al notar la gran capacidad y poder de Oyama le dijo que sería un hecho positivo para él reiterarse a la montaña y a la naturaleza con el fin de encontrarse a sí mismo por medio del Do.
Así lo hizo y junto con un amigo se marchó al bosque a entrenar y a vivir de la naturaleza, con el tiempo el duro entrenamiento y la vida de ese retiro obligaron a su amigo a irse en secreto y él estuvo a punto también de abandonar el retiro pero su maestro lo instó a seguir, un año y medio después Oyama dio por terminado el retiro por falta de apoyos para sobrevivir y regresó a la vida en sociedad.
Al inicio de la década de los cuarenta, Oyama ganó el campeonato de Karate más importante de Japón, se dice que ante la falta de rivales en el karate que representarán un desafío comenzó a pelear contra toros, comenzando así una serie de espectáculos que lo llevaron por todo el mundo enfrentando toros, a los cuales vendía cuando los derribaba o cuando con un golpe de tajo les cortaba un cuerno.
Así llegó a México y se enfrentó a un toro de lidia, sin embargo los toros mexicanos eran diferentes a los toros de otras razas que son más tranquilos, el resultado fue una terrible cornada que lo puso al borde de la muerte y terminó de una vez por todas con estos espectáculos.
Sin embargo sus viajes por el mundo enfrentándose a peleadores de todos los sistemas continuaron, se cuenta de una gira a América donde peleó con boxeadores y luchadores noqueándolos a todos.
Su fama lo llevó a Thailandia donde se enfrentó al campeón de Muay Thai, un terrible peleador apodado la sombra negra, la leyenda cuenta que al comenzar el combate, la cobra pegó un durísimo golpe a Oyama quien cayó casi noqueado, él se levantó con gran esfuerzo y volvió a colocarse en guardia, el tailandés volvió a atacar a Oyama de la misma manera con el deseo de acabarlo, pero dice una máxima del combate “nunca uses el mismo golpe contra un maestro” así que Oyama ya lo esperaba y por medio de un terrible golpe al contraataque noqueó a la cobra negra.
Años más adelante un alumno de Oyama intentaría repetir la hazaña dando origen a los personajes de Ryu y Sagat del famoso juego Street Figther.
Sé dice que su gran fama llegó a oídos del general Choi quien le propuso que como coreano que era se sumarse al trabajo de desarrollo del Taekwon-Do, Mas Oyama declinó este ofrecimiento y continuó por la senda del Karate.
Mas Oyama sensei creó el sistema de karate Kiokushinkai, él pensaba que el Karate debía estar siempre ligado a la meditación zen, fue el maestro de karate más mediático de sus tiempos y es reconocido como uno de los grandes maestros del Karate.