Por Sbn Yuri Lópezgallo
Uno de los elementos más “tradicionales” dentro del entrenamiento de formas es quizá, uno de los menos verdaderamente tradicionales
Las formas, hoy en día son concebidas como un legado inamovible del arte marcial, de hecho, la estandarización en todos sus elementos, el día de hoy es sin duda, uno de los temas que más importancia tiene dentro de las organizaciones, maestros y practicantes del Taekwondo.
Sin embargo, no siempre fue así…
Para entenderlo anterior, es necesario remontarnos varios siglos atrás, cuando el objetivo de la práctica de las formas, iba de la mano con el paradigma original de las artes marciales:
Desarrollar en los practicantes capacidades reales de defensa personal.
Las formas, cuyos orígenes pueden remontarse más de tres mil años atrás, fueron concebidas como un SISTEMA PEGAGÓGICO, a través del cual, los maestros instruían a sus alumnos con las técnicas de defensa personal desarrolladas en su sistema marcial.
A diferencia de lo que sucede el día de hoy, en la antigüedad, los maestros aprendían la forma de su maestro, tal y como él se la enseñaba, pero eventualmente y con el crecimiento del alumno y su paso a maestro, este comenzaba a modificar la forma para anexar técnicas que en su vida marcial había sido probadas como valiosas o necesarias y de esta manera, la forma que enseñaba a su alumno, NO era igual a la que su maestro le enseño.
Es importante recordar, que el fin máximo de las artes marciales en ese momento era la defensa personal, por lo que los maestros eran pragmáticos con relación a la efectividad, la cual dependía NO solo de la técnica en si misma, sino en las características físicas de cada uno de los practicantes, filosofía similar a la enunciada el siglo pasado por Bruce Lee:
“Adapta lo que es útil, rechaza lo que no sirve para nada, y añade lo que es específicamente tuyo”.
Con el cambio del paradigma del arte marcial a finales del siglo XIX, con el cual el arte marcial se centró en el DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES DEL SER, las formas se convirtieron en sistemas INAMOVIBLES, los cuales debían ser aprendidos, ejecutados y enseñados tal y como el maestro lo había heredado.
Lo anterior se volvió más evidente y necesario con el desarrollo del deporte de las formas, donde la estandarización y los parámetros son bases para la competencia deportiva.
De esta manera, podemos asegurar, que aprender las formas y ejecutarlas tal y como lo hace el maestro o lo dicta una organización, es uno de los “elementos tradicionales, menos tradicionales del arte marcial”.
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Con extractos del libro “Taekwondo, Formas: Origen y Significado”, del Sbn Yuri Lópezgallo
Sbn Yuri Lópezgallo/Derechos reservados
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