Por Ashleigh Johnstone y Paloma Marí-Beffa
Introducción
Ser capaz de concentrarnos atentamente en una tarea, y por tanto evitar distracciones, es fundamental para conseguir nuestros objetivos. A pesar de su papel central en la adaptación humana a la vida, es una de las funciones cognitivas más vulnerables. Esto se evidencia por el nivel de investigación que muestra la cantidad de variables a las que se pueden atribuir los déficits de atención, como la genética (Durston et al., 2006), la enfermedad mental (Clark et al., 2002) y la lesión cerebral traumática ( Shah et al., 2017), entre otros. La edad tiene quizás la mayor influencia en el control de la atención con una gran cantidad de investigaciones que analizan la disminución de esta función en adultos mayores (Milham et al., 2002; Kray et al., 2004; Jennings et al., 2007; Deary et al. , 2009; Carriere et al., 2010; Dorbath et al., 2011). El deterioro del control atencional es variable pero generalmente progresivo, estableciéndose como el mejor predictor de disfunción cognitiva en personas mayores. En términos neuronales, el control atencional se logra mediante la activación coordinada de una serie de redes atencionales con diversas especialidades según el tipo de control requerido, aunque no todas estas redes se ven afectadas por la edad de la misma manera (Jennings et al., 2007). ).
En comparación con la facilidad con la que aparentemente disminuye el control de la atención, se sabe poco sobre si podemos mejorar esta función y, de ser así, cómo. En este artículo, evaluamos el impacto de la experiencia de las Artes Marciales en tres redes atencionales diferentes: Alerta, Orientación y Ejecutiva. Estas redes se han validado neuroanatómicamente y se ha informado que son en gran medida independientes entre sí (Fan et al., 2002). Los resultados proporcionados en este documento son importantes para ayudar a comprender el impacto de la experiencia en estas redes, al mismo tiempo que destacan las posibles estrategias de intervención.
Resumen
Existe evidencia sustancial de que el entrenamiento en Artes Marciales se asocia con mejoras en la función cognitiva en los niños; pero poco se ha estudiado en adultos sanos. Aquí, estudiamos el impacto del entrenamiento extensivo en Artes Marciales sobre el control cognitivo en adultos. Para hacerlo, utilizamos el Attention Network Test (ANT) para probar dos grupos diferentes de participantes: con al menos 2 años de experiencia en artes marciales y sin experiencia en el deporte. Los participantes fueron seleccionados de una muestra más amplia de más de 500 participantes que se ofrecieron como voluntarios para participar. Se seleccionaron 48 participantes: 21 en el grupo de Artes Marciales (edad media = 19,68) y 27 en el grupo de Artes No Marciales (edad media = 19,63). Los dos grupos se emparejaron en una serie de variables demográficas que incluían la edad y el IMC, siguiendo los resultados de un estudio piloto anterior en el que se encontró que estos factores tenían un impacto significativo en las medidas de ANT. Se encontró un efecto de la experiencia en Artes Marciales en la red Alerta, pero no en las Orientadoras ni Ejecutivas. Más específicamente, los artistas marciales mostraron un rendimiento mejorado cuando la alerta tuvo que mantenerse de forma endógena, rindiendo más como el grupo de control cuando se proporcionó una señal exógena. Este resultado fue confirmado además por una correlación negativa entre el número de años de experiencia en Artes Marciales y los costos debido a la falta de una señal exógena que sugiere que cuanto más tiempo una persona participa en el deporte, mejor es su alerta endógena. Los resultados se interpretan en el contexto del impacto de entrenar un estado atencional particular en vías neurocognitivas específicas.
Fuente: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5809487/