Otra de las pruebas propuestas por Chundong es la semejanza del arte maya encontrado en Campeche, México, y las artesanías de la Dinastía Tang. Esta misma teoría sostiene que un grupo de eruditos de la Dinastía Tang escribió sobre un grupo de marineros que viajó a un país lejano llamado Fusang. Fue el monje budista Hui Shen quien describió Fusang por primera vez en el año 499. De acuerdo con su descripción, el lugar estaba a 20,000 li de China, lo que actualmente equivale a 8,316 kilómetros.
Según el orientalista Joseph de Guignes el lugar corresponde a la costa americana y no a Japón o Afganistán como otros sostienen. Hui Shen sostuvo que Fusang era un lugar con muchas frutas comestibles ovaladas, color rojas y semejantes a las peras. Tenía riqueza de oro y plata. Su sociedad era organizada y escribían en papeles hechos con cortezas vegetales. Vestían con taparrabos y cazaban ciervos.
Algunos especulan que dicho lugar pudo estar entre México y Guatemala. En cuanto los materiales para elaborar artesanías, ambas civilizaciones privilegiaban el uso del jade, al que atribuyeron poderes curativos e implementaron su uso en los ritos fúnebres.
En lo referente al pensamiento religioso, ambas culturas divinizaron serpientes emplumadas como Kukulkan o el dragón chino Loong. Además de considerar el mundo en dualidades divinas.
Sin embargo, existe una discrepancia en la teoría de Joseph de Guignes, pues Fusang se habría convertido al budismo según Hui Shen, además de practicar la cremación y poseer animales como caballos, los cuales no llegaron a América sino hasta después de la conquista. Esto último refuerza la idea de que Fusang se encontrara en Afganistán.
Los asiáticos llegaron antes que los españoles
Por otra parte, en 2002 el agente jubilado Gavin Menzies escribió el best seller 1421, el año en que China descubrió el mundo, donde sostiene que el almirante chino Zheng He llegó a América en 1421, es decir 71 años antes que el español Cristóbal Colón. De ser cierta esta tesis, los chinos habrían llegado antes a América, pero no habrían tenido la capacidad de heredar alguna influencia relevante.
Finalmente, la hipótesis con mayor fundamento es la que refiere a los estudios de ADN, la cual concluye durante la era glaciar distintas corrientes migratorias provenientes de Asia se asentaron en América fundando los pueblos originarios, entre ellos los mayas.