Las décadas de los 80 y 90 nos dieron entre otras cosas a algunos de los héroes de acción más míticos de la historia del cine. Figuras ultramusculadas y expertas en combate y artes marciales como Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Chuck Norris, Dolph Lundgren y los protagonistas de nuestra historia de hoy, Jean-Claude Van Damme y Steven Seagal.
Las divas de Hollywood tienen la fama de caprichosas y egocéntricas, pero estos action man son los que cargan el dinero, con luchas de egos y peleas inmaduras que en algunas ocasiones se derivan de las causas más ridículas, como la mancha de mostaza que enemistó a Stallone y Richard Gere. Como aquellos dos, Van Damme y Seagal chocaron intensamente y la cosa casi acaba a golpes precisamente en un duelo durante una fiesta organizada por Stallone. Pero uno de ellos se fue con el rabo entre las piernas. Esto fue lo que ocurrió según el actor de Rocky.
Tenemos que remontarnos al verano de 1997. Por aquel entonces, Van Damme, Seagal y Stallone estaban en la cima del cine de acción después de protagonizar algunas de las películas más míticas del género. Stallone en concreto disfrutaba de la fama que le había otorgado participar en sagas tan icónicas como Rocky y Rambo, y sus eventos sociales en su residencia de Miami eran muy sonados. Todo el mundo quería asistir a sus fiestas.
En una de estas reuniones organizadas por Rocky Balboa se produjo el enfrentamiento entre Van Damme y Seagal, que al parecer no se podían ni ver. Los dos actores solían dejar clara su antipatía el uno por el otro, especialmente Seagal, que no dudaba en expresar su desprecio por el belga cada vez que se lo mencionaban en una entrevista. Hay que señalar que, por aquel entonces, el actor de En tierra peligrosa y Alerta máxima tenía 46 años, mientras que Van Damme tenía 37, diferencia de edad no demasiado grande pero que ensanchaba ligeramente la brecha generacional entre ambos y daba ventaja a Van Damme.
Claro que Seagal no estaba de acuerdo con esto y empezó a cuestionar las cualificaciones de su rival como luchador de artes marciales en la vida real. La competitividad entre los dos pesos pesados de la acción alcanzó el punto de ebullición en la mencionada fiesta de Stallone, en la que también estaban presentes Bruce Willis, Madonna y Schwarzenegger. Van Damme, harto de los desplantes de Seagal y dispuesto a demostrar que podía con el veterano, tomó cartas en el asunto y decidió resolver la disputa a puñetazo limpio allí mismo.
Según relató el propio Van Damme en un programa de televisión, Seagal se pasó toda la velada presumiendo de haber sido agente de la CIA antes de dar el salto al cine, así como de sus dotes como luchador, y lo provocó en varias ocasiones diciendo que podía “patearle el culo”. Harto de su fanfarronería, Van Damme se le encaró y lo retó a una pelea en el jardín de Stallone para decidir quién era el mejor de los dos. Pero Seagal lo rechazó. Dos veces.
El propio Stallone confirmó lo ocurrido en una entrevista con la revista FHM (via Express) en la que reveló que, efectivamente, Van Damme había invitado a Seagal a pelearse en la parte trasera de su mansión. Según el actor de Rambo, el primero “se volvió completamente loco”. Stallone corroboró que Seagal había estado fanfarroneando y “Van Damme se cansó de que fuese diciendo por ahí que podía patearle el trasero, así que fue directamente por él y le animó a salir afuera para pegarse” (InfoBae). No obstante, la sangre no llegó al río y el enfrentamiento no se llegó a producir.
Stallone narra que Seagal decidió “presentar sus excusas” a Stallone y marcharse de la fiesta para evitar enfrentarse a Van Damme, tras lo cual se fue a una discoteca a continuar la noche. La fanfarronería del actor de «Por encima de la ley» acabó quedando en nada cuando este se fue por la puerta de atrás. Pero la historia no acaba ahí. Un enfurecido Van Damme lo siguió hasta el club nocturno para retarlo una tercera vez, pero Seagal volvió a negarse.
Años más tarde, la enemistad entre los dos iconos de la acción siguió sin resolverse. De hecho, tal era el mal rollo entre ambos que según los rumores, Van Damme vetó a Seagal de la secuela de Los mercenarios (2012), la explosiva saga en la que Stallone reunió a los héroes testosterónicos más emblemáticos del cine de mamporros de ayer y hoy (Schwarzenegger, Lundgren, Willis, Norris, Jet Li, Jason Statham, Terry Crews, etc). Y así, con el rencor acumulado de varias décadas, acaba esta anécdota que demuestra que algunos de nuestros héroes de acción favoritos son como niños pequeños y que bajo tanto músculo se esconden egos muy frágiles.
Eso sí, volviendo a aquella noche de 1997, aunque Van Damme y Seagal no llegaron a las manos, Stallone tiene muy claro quién de los dos habría ganado el combate: Van Damme. Y es que según la opinión de Rocky, que sabe mucho del tema, “Van Damme era demasiado fuerte y Seagal no tenía nada que hacer con él”.
Claro que nunca lo sabremos a ciencia cierta, así que lo que nos queda es especular con un resultado conociendo las destrezas de los contrincantes. A un lado del ring tenemos a Steven Seagal, conocido por su fuerza y estilo rudo de pelear, maestro cinturón negro de aikidō, director de su propio dōjō y poseedor de amplios conocimientos de kenjutsu (esgrima clásica japonesa) y karate. En el otro lado, Jean-Claude Van Damme, también conocido como “Los músculos de Bruselas”, nueve años menor que su oponente y experto en karate, kickboxing, taekwondo, muay thai, culturismo y con clases de ballet (muy mítica es su habilidad para abrirse de piernas).
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Fuente: Internet