Los propósitos del medio marcial, ya sean deportes o sistemas de combate, defensa personal, adiestramiento a grupos de seguridad o las artes más tradicionales, oscilan entre 1, la preparación física-técnica (a veces táctica) de los practicantes, 2, la expansión de un método, sistema o grupo, y 3, el placer que se obtiene de estas practicas a pesar del sacrificio que esto conlleva, placeres que nacen de la autodisciplina y a veces del propio dolor, y que solo un fisiólogo podría explicar a detalle. Pero el informar detalladamente acerca del medio, como un periodista o investigador lo haría, que comuniqué sobre el impacto e influencia del combate en la historia de la humanidad, y dé información sobre la relevancia y beneficios de todo lo que consideramos oscuro pero fundamental en este medio, como es el caso de la violencia, la agresión, la guerra, el miedo, por mencionar algunos, visitando diferentes culturas, pueblos y regiones del mundo, para entender diferentes formas de pensar, vivir y evolucionar, es algo que rara vez, se propone o difunde con profesionalidad. Y es que cada vez más, pareciera que hablar de temas que no son agradables para todo tipo de persona, esta mal visto, a pesar de lo importante que esto es en realidad.
Todo maestro, instructor, facilitador, coach, entrenador o profesor debería: Generar experiencias divertidas por medio de entrenamientos y combates donde todo puede pasar, aunque con ciertas precauciones evidentemente, ya que, entre más busquemos el control, como es costumbre hoy en día, más nos alejaremos de la realidad, y los entrenamientos se volverán una suerte del previo a una obra de teatro.
Informar sobre los tipos de combate que existen, sus características e historia, más allá de la propagación de un solo estilo, sistema o arte particular, para no limitar al practicante y que este tome las decisiones que considere pertinentes sin influencias, manipulaciones o sesgos propios de los fanáticos de un método o arte en especial.
Inspirar a que todos luchen por sus sueños a pesar de la incertidumbre, el miedo y el
dolor, ¡porque vale la pena! Respetando y valorando la constancia, persistencia y determinación para llegar a sus metas.
Celebrar y aprender de los errores, abrazar las consecuencias cuando las cosas no salen como uno quiere, ya que eso es parte del camino. Sin criticas, sin dificultades y sin errores, no hay progreso, o lo hay, pero es muy limitado.
“Si quieres aprender a pelear, pelea”
Que la gente descubra que el entrar a practicar algún arte marcial no es suficiente para aprender a defenderse, para ello, uno debe pelear. El mundo está lleno de practicantes veteranos de artes marciales que creen estar invirtiendo su tiempo y su dinero preparándose por si necesitan defenderse, sin si quiera tener un solo combate semi-realista con o sin protección, que pueda más o menos ofrecer datos suficientes sobre sus capacidades como peleador. Esto pasa más frecuentemente en las artes marciales tradicionales, que en los deportes de combate, pero no es poco común ver, por ejemplo, que un boxeador se rompa la mano al golpear sin vendas y/o guantes mientras se defendía en la calle, por la dependencia al equipo de protección, o encontrar a un arte marcialista siendo vencido fácilmente por insistir en adaptar ciertas técnicas de combate a una realidad caótica y nada piadosa.
“Ser peleador de algun deporte de combate, no te hace experto en defensa personal”
Es cierto que pasar por todas las etapas necesarias para poder ser un buen peleador, te ayuda a tener muchas más posibilidades que una persona sin entrenamiento al tener que defenderte, pero en todos los deportes, hay reglas, mismas que no existen en la vida real, y el cuerpo entrenado, actúa de acuerdo a como fue preparado. Un peleador difícilmente cambiará el hábito de no golpear la garganta, la nuca o los genitales, por ejemplo, y difícilmente sabrá que hacer contra varios atacantes o si estos estan armados, etc. Claro que todo depende de la clase de entrenamiento que uno tenga y del carácter del practicante, pero no hablamos de excepciones.
¿Por qué todos los métodos o sistemas de combate son tan diferentes?
A pesar de que todos somos seres humanos, y por ende solo tenemos dos piernas y dos brazos, cada civilización ha enfrentado diferentes problemáticas, ya sea por el clima, la geografía, la religión o creencias, las tecnologías disponibles, la creatividad de los adversarios o por las capacidades antropológicas de cada raza. El problema es que hoy en día la oferta comercial te forza hasta cierto punto a especializarte en algún área del combate, ya sea en usar solo los puños (boxeo) solo derribar (judo) solo usar patadas (Tae Kwon Do) no usar armas (MMA), no poner a prueba todos los atributos físicos en un combate controlado, (Ninjutsu) depender de ataques vulnerables que requieren de mucha precisión (Krav Maga) etc., provocando así, que cada día nazcan nuevas escuelas o
métodos de combate más holísticos, aunque en su gran mayoría no cuenten con una sistematización e investigación suficientemente sólida que ofrezca soluciones o respuestas a problemáticas o necesidades reales, provocando que personas egocéntricas inventen su método despues de hacer, por ejemplo, tae kwon do, judo y box, cuando ya existen métodos exitosos con esas mismas características.
“Las Artes Marciales estan en todos lados”
No solo disfrutamos de este mundo a través de la televisión o el dojo más cercano, muchos inventos fueron creados por iniciativa militar, como son las latas de comida, el radar, la radio y los drones, por mencionar algunos. En la primera guerra mundial, las toallas sanitarias, los pañuelos de papel, las lámparas solares, las bolsitas de té y el reloj de pulsera fueron creados, y esto nos muestra que el desarrollo de la humanidad esta intrínsecamente relacionado a la necesidad de protegernos y prosperar. Entre más conflicto, mas intercambio, más competencia, más colaboración y más desarrollo. El dolor, la necesidad y la incertidumbre, hacen que el ser humano se supere.
Artes Marciales, Sistemas de Combate y Deportes de Contacto.
“Lo que fueron, lo que son y lo que serán”
a) Fueron la forma más evolucionada de combate, la mejor manera de preparar a un colectivo de manera sistematizada para enfrentarse a cualquier posible conflicto.
b) Son formas saludables y divertidas para mantenernos sanos, aprender mas sobre uno mismo, mejorar atributos físicos, forjar el carácter y la autoestima, y prolongar la salud. (a veces, cuando se entrena con estres y sacrificio también se puede aprender a defenderse)
c) Serán divididas en sectores, las que son culturalmente y tradicionalmente relevantes para el espectáculo, y las que son útiles para la defensa personal y el adiestramiento de las fuerzas del orden.
La verdad es que hay personas que nacieron con el don de pelear, ya sea por sus
características físicas o de carácter. Mientras que a algunos les puede costar menos de un año aprender las bases para poder pelear de manera eficiente, hay otros que requieren de décadas para poder ser suficientemente capaces, y esto es porque la mayoría de sistemas no tratan la parte psicológica y emocional, o porque simplemente no se salen de los paradigmas establecidos y arcaicos del aprendizaje tradicional.
¡No importa quién eres, como te veas o como pienses!
No existe organización, religión, escuela o lugar donde personas de toda clase social, formas de pensar, cultura, etc., puedan convivir como iguales, colaborando entre sí, en sana competencia para superarse como personas. No importa si eres mujer, transexual, no tienes dinero, tienes alguna deformidad, eres poderoso o lo contrario, ¡no importa! En un grupo de entrenamiento de cualquier sistema, método o estilo de arte marcial, deporte o sistema de combate, o defensa personal, todos somos iguales, y somos juzgados por nuestra disciplina, carácter, disposición para ser mejores y para ayudar a los demás, superando nuestros miedos y limitaciones, y por nuestra capacidad para defendernos y pelear.
¡Es difícil pero necesario!
El entrenar alguna forma de marcialidad de manera correcta, suele ser dificil, ya que te enfrenta a tus limitaciones físicas, mentales y sociales. Pero siempre, desde que el ser humano dio su primer paso, el ser humano aprendió a defenderse, y no vasta con estar en una epoca donde haya tanta gente «civilizada», o tantas armas y métodos de seguridad y prevención del delito disponibles. Una persona que pueda protegerse y proteger a los suyos, es más atractiva, más valiosa y más inspiradora. Estan aquellos que huyen del conflicto, aquellos que esperan ser salvados, y aquellos que saben que pueden protegerte y lo harán sin dudarlo. Basta con que no hagamos nada, para que el mal triunfe, un día sin seguridad es un día oscuro, un mes, una locura, pero un año, es la perdición. ¡Somos necesarios!
¿Las artes marciales o similares, violentan a la gente?
Existe la idea entre las personas que nunca han practicado alguna clase de marcialidad, o lo hicieron por demasiado poco, que aquellos que aprenden a pelear o defenderse, tienen alguna clase de trastorno psicológico, ya sea por ser masoquistas, por buscar lastimarse o ponerse en riesgo por depresión o algún trauma, etc., y aunque es probable que alguien haya iniciado por esas razones, no duran mucho cuando se dan cuenta de que trata este mundo. Se trata de ser mejor ser humano, de ser tu mejor versión, de convivir con personas que genuinamente se preocupan por ti al menos mientras dura la clase o sesión, de ser aquel que pueda proteger a quien lo necesite, incluyendo a esa persona que te toma de loco hasta el día que implora que alguien l@ ayude. Es seguro que no somos neurotípicos, pero para que todo en el mundo del hombre funcione, necesita un espacio seguro para prosperar y desarrollarse, y esa seguridad solo la puede ofrecer aquel que esta involucrado con el mundo del combate.
“Los tres niveles del combate”
El nivel psico-emocional
El nivel físico-atlético
El nivel táctico-armamentista
Somos susceptibles al entorno en muchos grados, y si entendemos que todo conflicto inicia en una herida o debilidad psico-emocional que se puede expresar con irritabilidad, violencia o auto destrucción, mismos que se evidencian en el comportamiento y el lenguaje, podrás entender el origen del combate. Si estudias estos factores como la comunicación verbal, no verbal, tu nivel de tolerancia a la frustración, y los hábitos como no dormir o no comer bien, te encontrarás estudiando la epistemología o fundamentos del combate.
La parte físico-atlética, es la más llamativa, divertida y expandida de este sector, y es la que atrae a más gente a los centros de entrenamiento, la que provoca mayores niveles de satisfacción e ingresos a los organismos que imparten alguna clase de “marcialidad”. Pero, en la práctica real, esto no solo no es lo más importante, sino que deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en la hoplología, prevención del delito e inteligencia emocional, ya que el objetivo último de todo miembro de esta clase de personas, es la seguridad y la autorrealización. Si lo que buscas es conflicto y dolor, el psicologo es mejor opción. Este mundo no le cierra la puerta a nadie, ya que se ha probado y comprobado una y otra vez, los beneficios y resultados en la rehabilitación de personas con alguna clase de adicción, la reinserción social de personas con problemas de carácter y/o conducta y la reintegración de personas con depresión o algún trastorno psicológico.
Hoy en día es una falta de responsabilidad el “enseñar a alguien a defenderse” sin tomar en cuenta los recursos que el entorno te puede ofrecer, las armas a tu alcance o disposición y las estrategias que pueden jugar a tu favor, ya sean colectivas o individuales. Es común encontrar a personas autodenominarse expertos del combate o de la defensa personal, sin que sepan cómo persuadir, negociar o des-escalar el conflicto con retorica, que conozcan del codigo penal o del trabajo en equipo, entre muchas otras cosas. En Japon ya se hablaba de la diferencia entre la marcialidad colectiva y sistematizada para organizar a un grupo en caso de conflicto, y la capacitación de un individuo para la seguridad y protección propia o la de alguien más. Ambos esquemas son muy diferentes, y existen aquellos que ignoran esta distinción.
Como conclusión, se requiere nivelar el terreno comercial, ya hay mucho espectáculo, pero falta mas investigación que le de dignidad, respeto y valor a nuestro mundo del combate.
No me queda más que añadir que estas palabras solo expresan mi opinión y mi experiencia personal, y por ningún motivo pretendo afirmar, asegurar o declarar alguna idea como verdad absoluta. Gracias por leerme
