Dicen que las historias se hacen mejores con el tiempo, que los héroes agrandan sus hazañas cada vez que las cuentan, pero es inobjetable que todo cambia y las artes marciales no son la excepción. Para esta nota, hicimos una sola pregunta a tres reconocidos maestros de artes marciales chinos. Aunque los tres practican distintos estilos, todos tienen algo en común, y es que han dedicado su vida a la practica y enseñanza del Kung Fu. La pregunta fue: ¿Cuáles son las diferencias entre la forma en que ellos aprendieron Kung Fu y como se enseña en la actualidad?
Antes de compartir sus respuestas cabe mencionar que la práctica de las artes marciales en China ha cambiado mucho desde que estos grandes maestros eran aprendices. En ese entonces, los que aprendían Kung fu lo hacían con el fin de hacer carrera como artistas marciales; empezaban desde muy jóvenes y su rutina diaria estaba enfocada a la practica del Kung Fu. Actualmente, existen pequeñas academias de artes marciales que también imparten clases extra escolares y cursos de verano para todo aquel que quiera aprender Kung Fu sólo como un hobby. De hecho, cada vez es más común que ésta sea la forma en que la mayoría se acerque al mundo de las artes marciales, muy parecido a como funciona en el occidente.
Con esto en mente, pasemos a sus respuestas:
Shifu Shi Xing Bin tiene más de 20 años enseñando artes marciales y cuenta con cientos de alumnos en China, Italia, Suiza, Alemania y México. Vivió la mitad de su vida en el templo Shaolin donde estudió con el gran maestro Shi De Yang, no sólo se hizo su discípulo sino que fue el instructor oficial de la selección de estudiantes destacados en la escuela del gran maestro De Yang. Hoy en día, shifu Shi Xing Bin tiene su propio Wushu Guan (academia de Kung Fu) en su ciudad natal, Luoyang. Ahí, todos los días de la semana, enseña Kung Fu estilo Shaolin a más de 200 alumnos.
“Antes, la enseñanza del kung Fu era mucho más profunda y el respeto hacia shifu (maestro) era mucho mayor. Un shifu era como un padre, se le tenía que respetar de la misma manera, yo incluso pasé mucho más tiempo de la infancia con mi shifu que con mi papá.” Esto fue lo primero que nos dijo shifu Xing Bin cuando le hicimos la pregunta, luego, continuó: “También, los aprendices éramos más pacientes y esforzados, para completar un Taolu nos tardábamos un año o más, y es que shifu nos hacía ejecutar cada movimiento una y otra vez hasta que lo hiciéramos a la perfección. Nos explicaba la historia, el porqué de cada pose y practicábamos hasta el cansancio sus aplicaciones. A esto se le llama 精神气力功 (Jing shen qi li gong). Ahora, los estudiantes ya no están dispuestos a esforzarse; apenas terminan de aprender un Taolu y ya quieren empezar el siguiente, como si fuera un “Taolu shopping”. Se enfocan sólo en la estética de sus posiciones y no les interesa estudiar la verdadera esencia que hay detrás de cada movimiento.”
Cuando Shifu dice “Taolu” se refiere a las formas o “katas” como le llaman en Karate. Podríamos traducir “Jing shen qi li gong” como la fuerza interna o la esencia del Kung Fu. Shifu Xing Bin también nos dijo que entiende que los tiempos han cambiado y, hoy en día, la vida de las personas es muy agitada por lo que la mayoría practican artes marciales sólo como un pasatiempo.
Shifu Liu Qiang aprendió artes marciales de su padre Liu Quan y el maestro Xiao Ding Xun; importantes maestros del sur de China, expertos en el estilo Bai Mei Quan. Desafortunadamente, ambos maestros ya no están con nosotros, pero shifu Liu Qiang sigue expandiendo la filosofía y técnicas de este gran estilo de Kung Fu, Bai mei Quan, también conocido como Pak Mei en cantonés. Shifu Liu Qiang enseña Kung fu desde el año 1983, hoy en día tiene su propia academia en la ciudad de Guangzhou y es vicepresidente de la asociación de Wushu en la misma ciudad, también es presidente honorario de la federación australiana de Bai mei quan desde el año 2010 y ha sido juez en numerosas competencias nacionales e internacionales.
Shifu Liu Qiang también mencionó que, actualmente, la mayoría de los estudiantes quieren aprender por la “vía rápida” y se aburren de la constante repetición que implica aprender la esencia de cada movimiento. Y agregó: “Es difícil hacer que los jóvenes se enfoquen en la practica, ahora existen muchas distracciones. Cundo era niño no teníamos celulares, incluso después del entrenamiento seguíamos hablando de Kung Fu y continuábamos practicando los movimientos que aprendimos ese día. Ahora, en cuanto termina la clase, los chicos se ponen a ver su teléfono y en seguida se desconectan de la práctica.”
“Bai mei Quan, Hong Quan, Shaolin Quan, o cualquier estilo que quieras nombrar, todos tienen la misma esencia binaria del Kung Fu; yin yang, interno y externo, la fuerza del cuerpo y la fuerza del espíritu.” Concluyó shifu Liu Qiang; “Si ejecutamos una forma de Kung fu con movimientos rápidos y bonitos ¡está muy bien! Pero luego le damos un golpe a una bolsa de arena y nos lastimamos la mano (al decir esto, Shifu soltó una fuerte carcajada). Imaginemos que el kung Fu es un círculo; si sólo practicamos golpes y movimientos al aire, estamos completando únicamente la mitad del círculo ¿y la que pasa con otra mitad? Antes, pasábamos horas golpeando un saco de arena o en posición mabu con los brazos estirados al frente mientras sosteníamos un palo de madera. Suena fácil, pero este tipo de Qi Gong es el más difícil y no sólo fortalece el cuerpo sino el espíritu, pues hay que vencer al dolor y al cansancio.”
Shifu Chen Chong es oriundo de la villa Chen, en la provincia de Henan, lugar que muchos expertos reconocen como la cuna del Taiji Quan. También es descendiente directo de la familia Chen, y como es costumbre en las familias de tradición marcial, aprendió Taiji Quan de su propio padre, y éste, de su abuelo. Hoy, shifu Chen Chong funge como vicepresidente de la asociación de Taiji en la villa Chen, donde tiene su academia de Taiji Quan. Constantemente viaja al extranjero para impartir seminarios y es “juez nacional de primera clase” un reconocimiento que no es nada fácil de conseguir en China.
Shifu Chen Chong tiene una opinión distinta a los otros dos maestros: “El método de entrenamiento ha cambiado mucho de cuando yo era joven, pero la esencia de las artes marciales sigue siendo la misma. Por ejemplo; antes, para los entrenamientos de fuerza, levantábamos rocas y pesados tubos de metal o madera, hoy existen herramientas como los dumbells y el barbell. También, hay mucha más apertura en la enseñanza. Yo tengo discípulos en China y muchos otros países, antes sólo se podía enseñar a familiares o amigos muy cercanos.” Y para finalizar, añadió: “Sin importar la época, siempre habrá buenos y malos estudiantes. El camino de las artes marciales no es fácil, si en verdad no te apasionan, tarde o temprano tirarás la toalla.”