Por Adam James
Durante los 10 años que Leo Fong conoció a Bruce Lee, ambos mantuvieron innumerables conversaciones sobre artes marciales. Lee estaba particularmente fascinado por las habilidades de boxeo de Fong, que utilizó para ganar numerosos combates en la universidad, en la Guardia Nacional y en eventos de la AAU.
Un día, durante una de esas conversaciones, Lee le preguntó a Fong por qué entrenaba tantas artes marciales, entre ellas choy lay fut, sil lum kung fu, judo y taekwondo.
Fong respondió que estaba buscando lo máximo. Lee sonrió antes de responder: “Hombre, no existe lo máximo. ¡Lo máximo está en ti!”. Con eso último, presionó su dedo índice contra el pecho de Fong.
Fong admitió que estaba confundido, por lo que Lee explicó: “Con tus habilidades de boxeo, aprende un poco de agarre, aprende a patear y aprende a atrapar, y tendrás lo máximo”.
Mientras Fong reflexionaba sobre las palabras de Lee, él, un ministro metodista ordenado, recordó una frase de la Biblia, donde Jesús dice: “El reino está dentro de ti”. Lee no se imaginaba cuánto influiría ese concepto en el viaje de Fong en las artes marciales.
El despertar
Poco después de esa conversación, Fong tuvo un incidente en la escuela de Choy Lay Fut donde había comenzado recientemente a entrenar, lo que lo acercó un poco más a la liberación de las artes marciales. Había viajado desde Stockton, California, a San Francisco para su clase semanal.
Una vez allí, un estudiante de último año llamado Willie le preguntó a Fong si le gustaría hacer sparring. Fong, que no estaba familiarizado con los rituales asociados con el arte, no estaba seguro de qué esperar. Willie le explicó que harían sparring libre.
Fong confesó que no sabía cómo hacer sparring según las tradiciones del arte, pero dijo que simplemente haría lo que mejor sabía: confiar en su boxeo.
Los dos comenzaron a moverse por la habitación. Willie estaba en una postura de caballo dura, tratando de asestar golpes de choy lay fut con gran alcance. Mientras tanto, Fong se movía lateralmente y golpeaba a Willie con su jab de izquierda. De vez en cuando, lanzaba un gancho con el jab, haciendo contacto nuevamente.
Después de la sesión, Fong no estaba convencido de haber dominado a Willie. Sospechaba que el hombre de kung fu se estaba conteniendo. Cuando Fong le contó el evento a Lee, Lee fue contundente: «Oye, hombre, no se estaba conteniendo. No sabía qué hacer. ¿Crees que un ‘nadador en tierra firme’ puede vencer a un boxeador, luchador o judoka?»
Esa observación fue una epifanía para Fong. Comenzó a mirar hacia adentro en lugar de hacia afuera en busca de respuestas. Poco a poco se dio cuenta de que aprender un montón de artes diferentes no lo ayudaría a encontrar lo definitivo.
En conversaciones posteriores, Lee animó a Fong a buscar su propia verdad, recordándole que un buen maestro es aquel que señala con el dedo la puerta pero no entra con el alumno. El alumno debe entrar y descubrir por sí mismo qué es la verdad.
Una calle de doble sentido
En un estilo de toma y daca muy propio, Fong también tuvo un impacto en Lee y su Jeet Kune Do. Esto ocurrió mientras Lee experimentaba con la incorporación de golpes de boxeo a su método de lucha.
Un día, en el garaje de James Yimm Lee, Bruce hizo que todos se pusieran en una postura clásica de Wing Chun, con la mano adelantada en alto y la mano atrasada baja cerca del plexo solar.
Fong comentó que no le gustaba esa posición. Lee preguntó: “¿Qué prefieres?”.
Fong asumió una postura de boxeo estadounidense, con la mano adelantada baja y la mano atrasada cerca de la mejilla. Lee lo miró y dijo: “Me gusta porque no puedo atrapar tu mano adelantada”.
En ese momento, Lee se alejó, lo que permitió que Fong continuara utilizando su postura preferida. Durante los siguientes años, Lee alteró su postura de lucha principal hasta que se parecía mucho a la postura que Fong le había mostrado.
Wei Kuen Do: un nuevo camino
Fong desarrolló posteriormente su propia expresión de artes marciales llamada wei kuen do, o “Camino del Puño Integrado”. La describe como una combinación de kung fu, boxeo y artes marciales filipinas, una extensión del jeet kune do de Lee.
Fong enfatiza que tanto el wei kuen do como el jeet kune do representan un proceso y no son estilos en sí.
Por esta razón, Fong no enseña habilidades de un período específico en el proceso de Lee, como la fase Jun Fan. En cambio, continúa su propio viaje, evolucionando su práctica de artes marciales a medida que avanza.