Por Neil Clapton, Syd Hiskey
Resumen
Si bien la ciencia occidental ha comenzado a considerar formas de encarnar más plenamente la compasión (Loizzo, 2018; Khoury, 2019), hasta ahora no ha considerado el papel potencialmente poderoso de las prácticas culturales antiguas, como las artes marciales tradicionales, en el cultivo de la compasión. Esto es a pesar del hecho de que el propósito y la filosofía de muchas artes marciales tradicionales es desarrollar ciertas fortalezas de carácter virtuoso (Hackney, 2011) para convertirse en un ser humano compasivo y valiente (Kamen, 2017). Este artículo de opinión describirá brevemente la justificación y exaltará los beneficios potenciales de las artes marciales tradicionales para fomentar la compasión a un nivel radicalmente encarnado (Hiskey y Clapton, 2019a), incluida la investigación relacionada que ya respalda esta propuesta teórica.
La naturaleza de la compasión y sus correlatos e indicadores neurofisiológicos
Si bien persisten los debates sobre la naturaleza y la forma de definir la compasión (Gilbert, 2017; Khoury, 2019), existe un consenso cada vez mayor de que la compasión se define de manera más útil como «una sensibilidad al sufrimiento propio y de los demás, con el compromiso de tratar de aliviarlo». y prevenirlo” (Gilbert y Choden, 2013, p. 94). Un punto en común entre la psicología evolutiva, motivacional y budista es ver la compasión como un motivo, probablemente enraizado en sistemas motivacionales afiliativos y de cuidado evolucionados (Gilbert, 2015, 2017, 2019). Desde esta perspectiva, en el centro de la compasión está el coraje y la sabiduría, en términos de (1) voluntad valiente y fuerza emocional para volverse hacia la angustia, comprometerse empáticamente con ella y tolerarla; y (2) dedicación para aprender y desarrollar habilidades/medios hábiles para tomar medidas sabias para aliviar y prevenir/detener el sufrimiento.
A nivel neurofisiológico, la Teoría Polivagal (Porges, 2007, 2011) propone que la compasión está asociada y depende de un estado fisiológico mediado vagamente y de la activación del sistema nervioso parasimpático (Porges, 2017; Stellar y Keltner, 2017) que es funcionalmente distinta de la empatía y brinda sentimientos de seguridad personal, como resultado de abarcar simultáneamente el sentimiento de las propias respuestas corporales y reconocer las del otro (Porges, 2017).
Entonces, la clave de la compasión es que le permite a uno mantenerse comprometido con el sufrimiento sin sentirse abrumado o angustiado por él (Wilson y Takuan, 2012), reduciendo el miedo mientras permite y mantiene una respuesta compasiva en situaciones difíciles y desafiantes (Ashar et al., 2019). ).
Este documento ha esbozado cómo las artes marciales tradicionales pueden ser formas poderosas de cultivar una compasión radicalmente encarnada. Hasta ahora, la ciencia occidental ha ignorado y descuidado en gran medida la antigua sabiduría de las artes marciales tradicionales como vehículos para el cultivo y entrenamiento de la compasión. Nuestra esperanza es que este documento estimule una mayor investigación sobre los mecanismos subyacentes de las prácticas de artes marciales y su relación con la compasión, así como un mayor desarrollo de psicoterapias basadas en artes marciales y prácticas personales que ayuden a cultivar la compasión por todos.
Fuente: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7544738/